domingo, 26 de diciembre de 2010

En el centro del cuarto, gentilmente

César Calvo

Tras la puerta no hay nadie
al final del teléfono no hay nadie.

Pero la puerta se abre, y pasa
el tiempo,
entra en tu cuarto, desorden,
ordena:
tú vas hacia el teléfono, contestas.

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